Un aneurisma cerebral es una protuberancia o dilatación en un vaso sanguíneo en el cerebro.
Los aneurismas cerebrales se forman como resultado del adelgazamiento de las paredes arteriales, generalmente se forman en las divisiones o en las ramas de las arterias, debido a que son las zonas más débiles del vaso. Son más frecuentes en adultos entre 40 y 60 años, y es más frecuente en el sexo femenino. Hay una serie de factores que pueden contribuir a debilitar una pared arterial y a aumentar el riesgo de sufrir un aneurisma cerebral o la ruptura del mismo, entre ellos están:
Algunos tipos de aneurismas pueden presentarse después de una lesión en la cabeza (aneurisma disecante) o a partir de ciertas infecciones de la sangre (aneurisma micótico).
Si bien los aneurismas pueden aparecer en cualquier lugar del cerebro, son más frecuentes en las arterias que se encuentran en la base del cerebro.
Un aneurisma cerebral tiene el riesgo de ruptura, cuando esto sucede, causa un sangrado en el cerebro, especificamente hacia un espacio en donde se encuentran los vasos sanguíneos denominado “espacio subaracnoideo”, causando así, un accidente cerebrovascular hemorrágico, coloquialmente denominado “derrame cerebral”.
La ruptura de un aneurisma se convierte en una amenaza para la vida y requiere tratamiento médico de manera inmediata.
Sin embargo, la mayoría de los aneurismas cerebrales no presentan rupturas, no crean problemas de salud y no causan síntomas. A menudo, dichos aneurismas se detectan durante pruebas que se realizan para otras afecciones. En estos casos el especialista deberá valorar la necesidad o no de realizar algún tratamiento neuroquirgico o por vía endovascular.
Cuando un aneurisma cerebral se rompe puede causar los siguientes síntomas:
En caso de ruptura el especialista deberá realizar diversos estudios diagnósticos entre los que se encuentran:
Posteriormente el paciente deberá ser sometido a un tratamiento que consiste en la oclusión definitiva del aneurisma mediante cirugía o terapia endovascular.
La cirugía consiste en llegar al aneurisma a través de una craneotomía (apertura en el cráneo) y colocar un clip de titanio en el anurisma, ocluyendo así el flujo sanguíneo al mismo.
La terapia endovascular consiste en llegar al anurisma mediante una punción en la arteria femoral (ingle) y colocar dentro del, material especial (coils) para ocluirlo definitivamente.
Cada uno de los tratamientos tiene indicaciones precisas con base en las características del aneurisma y propias del paciente.